22.6.09

EN DEFENSA DE NEILL

Fui uno de los primeros en caer en la escuela de Summehill, propuesta controvertida en aquellos años, sin embargo su existencia no era conocida ampliamente en todo el mundo, por lo tanto, su influencia en nosotros los alumnos y los cambios en la visión pedagógica no son conocidos hasta años mas tarde. Debo recordar que postular a educarse aquí, no era tarea sencilla, la primera aparición fue entre los años 1921 y 1923 donde pasaron por diversos sectores geográficos europeos, para finalmente asentarse en el sur de Inglaterra, de donde soy nativo, sin embargo esto no es el motivo mayor de las dificultades, sino que la, estadía misma es compleja, recuerdo que esto era un internado, los costos por comida y otro servicios básicos deben ser costeados por cada familia. Así que, no cualquiera podía ingresar, se requerían de cierto recursos económicos estables, yo sabia que esto frustraba a Neill, el propulsor de esta iniciativa, pues su objetivo era que todos estudiaran, pero los medios no eran los disponibles para aparcar grandes cantidades de niños, con juegos alimentación y todo lo básico. Y siguiendo esta linea, me siento un afortunado de haber podido ser participe de tal innovación pedagógica.


Recuerdo gran partes de mi estadía en aquel lugar y como me sirvió para mi desarrollo en mi vida actual. Mis padres, tema complejo, su decisión no fue fácil, sabían que la educación era esencial en mi vida, pero tomar una determinación tan radical e incluso fuera de contexto para la sociedad no era fácil, pero al entrevistarse directamente con Neill (no habían complejos en decirle Neill, yo lo sentía como un par al cual le tenia respeto, mas podía tutear), no se que, pero algo los convenció, su forma de hablar radical, su conversación en cuanto a mi futuro, fue algo similar a esto, si mi memoria no falla:

  • ¿Cuáles son las posibilidades de que mi hijo continué una carrera universitaria, tras la cual logre ser alguien en la vida y cumplir nuestro objetivos de vida?

  • Realmente, respondió Neill a mis padres, me interesa su crecimiento personal,su desarrollo, él posteriormente vera lo quye quiere para su continuidad, en ese caso, si sus estigmas son el futuro de su pupilo, creo que interfieren mucho en su crecimiento y lo afectan. Propongo que su hijo decida por si mismo y lograre que sea feliz en la medida de lo posible. Prefiero a un barrendero que haga bien su labor, con objetivos, felicidad e interés en vivir, a un oficinista o ingeniero con la cabeza llena de cálculos, pero amargado y sin actitud para enfrentar las cosas. No les prometo nada todo depende de él, ¿están conmigo y con su hijo en esta labor?

Esto no fue lo único que charlaron, aunque esa lo que recuerdo con claridad, mis padres se vieron entusiasmados, había tanto corazón y aptitudes en Neill, que no lo convecino, según yo, sino mis padres cedieron. Para mi esta conversación en mis cinco años, en aquel entonces no tenia ninguna relevancia, yo observaba el jardín de Neill y su esposa, sin centrarme en el dialogo.


Luego de un tiempo volví a aquel lugar, mis padres se despidieron de mi y me explicaron del internado y lo que era, yo estaba horrorizado y con mucho miedo, algo desconocido al jardín infantil, donde estaba presente en las clases, pero mis padres me recogían por las tardes, ahora no serian ciertos días, mi niñez y adolescencia los pasaría hay.


Entre a la escuela, y quede esperando mis instrucciones labores, tareas o lo que fuera, ver mi cuarto, eso fue lo primero que hice, lo revise, me pareció bien y luego me acerco al patio y no me indico nada. Ante tal extrañeza, decidí, con cierta timidez de por medio preguntarle qué debía hacer, me respondió tranquilamente, has lo que quieras.


Y eso hice, me costo, pero los chicos tenían una personalidad envidiable y me adaptaron inmediatamente a su entorno con facilidad, por lo cual, mi mayor afán durante unas semanas fue andar en bicicleta y asistir a las competencias deportivas, en especial mi favorita el baloncesto. Las clases no eran obligatorias y tampoco había cartas dirigidas a mis padres, relatándoles mis desánimos a la asistencia de aulas.


Sin embargo, pasaron los días y vi la motivación en cada uno de los ojos de los chicos y su incasable dedicación al trabajo, por la mañanas se hacían clases, en las tardes, labores de taller o manualidades. Esto me hacia cosquillas en mi interior, todos laboraban excepto yo, entonces los mismos alumnos me motivaron a comenzar a hacer cosas, me enseñaban entre ellos, y de esta forma comencé a valerme por mi mismo, aquí me sentía libre, sin un día no tenia ganas de ir, no iba, lo cual era demasiado extraño, pues a medida de ir creciendo mi interés aumentaba en distintas maneras. Aprendí a contar, leer y escribir como obligación en las clases, según los personajes lo único que era necesario aprender si o si.


Sin embargo, en el transcurso de mi vivencia en este lugar mis intereses fueron muy cambiantes, pase de cuando mas pequeño de manualidades muy básicas a una época en donde conocí el amor entre otras bellezas y cambie estas labores por el teatro, donde mi emociones podían explotar, luego surgió el boom del jazz y no quede excepto, con los recursos de mis padres, compre un saxofón y aprendí lo elemental sobre musica en compañía de un piano. A mi enamorada las melodías de John Coltrane la encandilaban. Ya mayor, con una relación sentimental estable, deje de desarrollarme solo en la musica y el teatro. Y retome con labores manuales pero más cotidianas, me especialice en construcción y reparación de todo lo que se relacione a este arte como la carpintería.


Salí de Summerhill, ya estaba en edad, mis padres no veían avances, recién aquí tome por primera vez un libro y me enamore de la historia. Tome examen para la Universidad y el no fue rotundo, mis aptitudes no eran las necesarias. Conseguí un empleo bastante remunerado en un bar, mi aptitudes manuales y mi personalidad sin complejos para desenvolverme con los demás, me pasaron de ser un simple servidor de bebestible a garzón en este mismo restauran. Mi adecuado lenguaje, me pasaron a la caja, donde me encargaba de la remuneración de recursos económicos del día a día. Pese a esto, no dejaba de leer por las tardes y días libres los textos de Bloch Y Burke, que me hablaban de Historia. Luego de un par de años volví a postular y aunque la prueba la pase raspando como se dice, quede y estudio para profesor en esta materia lo cual enorgullece mi interior y a mis, cada día mas avejentados padres, sin embargo lo que los tiene cada vez mas tranquilos es mi crecimiento personal, no como académico, sino como ser humano de valores y sin complejos, con personalidad criterios y opiniones bien formadas.


Finalmente,lo que aprendí en Summerhill, es a vivir a interesarme en la vida y a comportarme en sociedad sin complejos con una personalidad abierta , pero a la vez clara en mis objetivos e ideales. Si, es increíble a los 17 años recién tome mi primer libro, sin embargo lo hice a conciencia sin una presión autoritaria, por lo cual fui realmente libre, mi educación se adecuo a mi edad y me forme como una enamorado de la vida.


Gracias Neill y a su escuela,

Anónimo. Inglaterra, 1972.

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